Es por esta razón que cuando vayas a dar retroalimentación a algún miembro de tu equipo, subordinado, un colega, un amigo, incluso a alguien cercano a ti tienes que ser lo más objetivo posible.
Para guardar la objetividad en tu mensaje:
¡Evita los juicios de valor!
Elimina de tu vocabulario palabras como:
Nunca ... "nunca llegas temprano"
Siempre ... "siempre tienes errores"
Jamás ... "jamás sigues instrucciones"
Todo ... "todo te afecta"
Nada ... "nada ha dado resultado"
Cambia estas expresiones por ejemplos claros, esto ayuda a la persona a entender mejor el punto que quieres solucionar y tradúcelo a las implicaciones que este asunto significa al negocio o a los resultados. Si pudieras tener la comprobación de los mismos a la mano es mejor.
El mes pasado tuviste 8 retardos, los cuales sumaron más de 4 horas en los que no cumpliste con el horario con el cual todos los que formamos parte de este equipo estamos comprometidos.
De esta manera la charla gira en torno a los hechos, disminuye la emoción y te permite llegar a mejores acuerdos.
Si requieres aprender técnicas y metodologías que te ayuden a dar retroalimentaciones que den en el blanco y te ayuden a construir equipos de alto impacto, estamos aquí para ti.